El modelo basado en la sobrepoblación de ciervos y jabalíes dispara los casos de brucelosis y tuberculina en la cabaña
María Carnero | León 29/01/2015
Aseguran que cientos de vacas son sacrificadas
al año en la comarca por la brucelosis.
Foto: Jesús F. Salvadores
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Las nueve asociaciones conservacionistas más influyentes de la Cordillera Cantábrica (Gedemol, Fundación Oso Pardo, Ecologistas en Acción Cantabria, Arca, Fundación Naturaleza y Hombre, Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, SEO BirdiLife, ACU y Filón Verde) han suscrito un comunicado para denunciar la grave situación de la ganadería de la comarca de Riaño, a la que han calificado de «terminal».
Según estos grupos ecologistas, «la comarca de Riaño está embarcada en una constante espiral de vaciados de cuadras y reses sacrificadas, que ha acabado ya con buena parte de la ganadería de montaña». Este es el caso de Boca de Huérgano, municipio que ha pasado de tener 50 explotaciones ganaderas en el año 2000 a poco más de diez en la actualidad, «abocadas al cierre en los últimos años ante las escasas compensaciones por las reses afectadas por brucelosis o tuberculina, con centenares de animales sacrificados cada temporada», denuncian.
Para los ecologistas, «el modelo cinegético implantado desde hace años en la Reserva de Caza, basado en la sobrepoblación de ciervos y jabalíes, emulando modelos de explotación intensiva del sur de la península, está causando un aumento exponencial en la incidencia de estas enfermedades sobre la cabaña ganadera, al actuar estos animales silvestres como reservorios de la enfermedad».
Análisis realizados sobre jabalíes abatidos en acción de caza se ha encontrado hasta un 15% de positivos en tuberculosis, «cifra que denota la gravedad del problema».
Desde un punto de vista ecológico, la sobrepoblación de ciervos y jabalíes están dañando seriamente hábitats naturales importantes para especies en peligro de extinción, como son las arandaneras, acebedas, pastos subalpinos o turberas, detectándose serios procesos de deterioro en hábitats de interés comunitario de los Parques Nacional y Regional de Picos de Europa.
Más daños que el lobo
Desde un punto de vista económico, el modelo actual «carece igualmente de sentido», según el comunicado. En el periodo desde los años 2003 y 2007 la administración pagó un total de 610.887,61 euros por daños a la pradería, fundamentalmente de ciervo y de jabalí, dentro de la Reserva de Riaño, cifra que contrasta con los poco más de 69.000 euros pagados en ese mismo periodo por los daños de lobo.
«No somos insensibles a los problemas que el lobo acarrea a los ganaderos locales, y creemos que hay mucho que hacer para que la presencia del lobo tenga un coste cero para la ganadería local», asegura el colectivo conservacionista, que considera que «ese debe de ser el objetivo, pero sin perder de vista que las actuales densidades de lobo vienen determinadas por las densidades actuales de ungulados silvestres, y que un fuerte retroceso del lobo en el sector traerá como consecuencia, entre otros factores, un repunte de las enfermedades como la brucelosis y la tuberculina en el ganado», aseguran los ecologistas.
Publicado en: Diario de León, 29-1-2015.