Las esperanzas están en el centro de cría donde este mes comienzan las puestas
MARÍA CARNERO | LEÓN,
Dos pollos de urogallo nacidos en cautividad en el centro
de cría de Sobrescobio, en Asturias - Foto: DL
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Aunque en la actualidad no se disponen de datos concretos de los ejemplares de urogallo cantábrico que quedan en la provincia de León, sí se sabe que en los últimos cuarenta años esta especie viene sufriendo un declive poblacional que hace que su situación sea especialmente crítica en la provincia.
El urogallo cantábrico se distribuye actualmente en un área inferior a los dos mil metros cuadrados en la cordillera Cantábrica, donde en los últimos 15 años el número de machos en los cantaderos ha disminuido entre el 25% y el 50%, el 35% en la provincia de León, por lo que se estima que sobrevive una población adulta de unos 500 individuos.
La Fundación Biodiversidad, a través del programa Life + Urogallo, viene trabajando en los últimos años por ganarle la batalla a la inminente extinción de esta especie, a través de una serie de actuaciones urgentes recogidas en la Estrategia para la Conservación del Urogallo Cantábrico en España, aprobada en 2004.
Pese a los esfuerzos por restablecer el hábitat y las condiciones idóneas para la regeneración de esta especie, todas las esperanzas están puestas en estos momentos en el Centro de Cría y Reserva Genética del Urogallo Cantábrico, en el término asturiano de Sobrescobio, creado en 2007 con el objetivo de establecer un programa de cría en cautividad y la creación de una reserva genética de la subespecie.
Según fuentes de la Fundación Biodiversidad aún es pronto para saber cuántos pollos estarán disponibles para su liberación en el medio natural. Los reproductores del centro están en estos momentos en época de celo, pero aún no han iniciado las puestas. Esta fase se desarrolla entre la última semana de mayo y la primera quincena de junio. La incubación dura unos 27 días y luego los primeros días son los más críticos para todas las especies, por lo que no se puede aventurar una cifra de ejemplares nacidos hasta finales de julio.
Mientras tanto, el equipo de Life + Urogallo viene desarrollado trabajos de mejora del hábitat en todo su área de distribución, en el Alto Sil, Omaña y en Picos de Europa, principalmente encaminados a la mejora de las arandaneras y de la estructura de las masas forestales. Se ha desarrollado otra línea de actuación para reducir la mortalidad producida por determinadas infraestructuras como son los cerramientos ganaderos y los tendidos eléctricos. Los cerramientos se ha actuado mediante la instalación de pequeñas piezas de plástico que hacen visibles los cables y evitan las colisiones y en lo concerniente a los tendidos se ha actuado en tres líneas, señalizando tendidos con el mismo objetivo que en los cerramientos, enterrando una línea eléctrica muy peligrosa en la zona de Panderrueda y está previsto actuar en breve en una subestación eléctrica minimizando el impacto acústico y eliminando el riesgo de electrocución.
Estas actuaciones han sido desarrolladas por la Junta de Castilla y León, la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León, el Consorcio para la gestión integrada del Parque Nacional Picos de Europa, SEO/BirdLife y la Fundación Iberdrola, bajo la coordinación de la Fundación Biodiversidad.
Las presiones ejercidas sobre la especie y su hábitat han sido decisivas en el actual estado de la población. Aunque en 1979 el Ministerio de Agricultura prohibió su caza, el urogallo ha seguido siendo objetivo de caza furtiva hasta fechas recientes. Además hay otros factores determinantes como la depredación, la competencia con ungulados silvestres y el abandono de aprovechamientos tradicionales de los montes que mantenían una estructura arbolada favorable para la especie.
En el caso del urogallo hay que tener presente que se trata de una especie destinada a ser consumida en la cadena trófica, ya que es una presa que tiene varios depredadores en todas las etapas de su vida. De este aspecto es muy determinante la predación sobre los huevos, de fácil acceso ya que estas aves hacen las puestas en el suelo, así como sobre los juveniles, lo que explica el bajo éxito reproductivo y el escaso número de ejemplares que llegan a alcanzar la edad adulta y reproductora.
Publicado en: Diario de León, 12-5-2014.