Diario de León, 16-5-2011
Una treintena de candidaturas minoritarias concurren a las urnas con la esperanza de conseguir una milagrosa representación; sus variopintos proyectos proponen desde el nacionalismo puro a un León con régimen foral.
16/05/2011 M. Romero
Hay vida política más allá del PP y del PSOE. Alrededor de una treintena de partidos políticos minoritarios se presentan a estas elecciones. Son «los otros» del 22-M. Se trata, principalmente, de agrupaciones de electores insatisfechos con la gestión de las grandes formaciones políticas y de pequeños partidos con ideologías tan diversas como extremas. Sus programas llevan propuestas como la declaración de un régimen foral para la Diputación de León, la eliminación de todos los baches de la ciudad o gobiernos locales «españoles, de los españoles y para los españoles». Arañarán votos pero, salvo que ocurra un milagro, muy pocos conseguirán representación.
De las trece candidaturas que se presentan en León capital, seis corresponden a partidos meramente minoritarios. Minoritarios porque defienden los derechos de determinadas minorías sociales y también porque están en minoría numérica. Uno de ellos es el Partido Comunista de los Pueblos de España, cuya cabeza de lista es Ester Cubero Suárez. De ideología marxista-leninista, fue fundado en 1984 por diversas organizaciones escindidas del Partido Comunista de España, que concurre a estas elecciones integrado a Izquierda Unida. Su órgano de expresión es el periódico Unidad y Lucha y editan, junto a partidos comunistas de Grecia y Venezuela, la Revista Comunista Internacional, donde también tiene cabida su organización juvenil: Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC). Su campaña, sin apenas recursos, se centra en el boca a oreja y en entregar propaganda a pie de calle, explica la cabeza de lista a las Cortes de Castilla y León, Begoña Casasola. «Queremos que se paren todas las privatizaciones, sobre todo las de servicios públicos como la sanidad y la educación; proponemos fomentar la agricultura para establecer población en el área rural y proteger la minería autóctona», señala. En el resto de ayuntamientos españoles donde han presentado candidatura, quieren que, como mínimo, «se eliminen todos los baches de las calles».
Una de las novedades con mayor trascendencia en estas elecciones —por el paso que supone abrir el derecho a voto a determinados ciudadanos originarios del extranjero— es la participación del partido Came (Comerciantes Ambulantes y Minorías Étnicas). Lleva en su lista nombres como Nevena Nedelcheva o Mouhamadou Moustapha Faye, una singularidad como se dan pocas en todo el país. Su cabeza de lista es Ricardo Torres, de etnia gitana. Ayer se encontraba haciendo campaña en el rastro. «Es el último día que podemos», advierte. Sin medios, pero «contentos de estar aquí», como reza su lema. Esta semana imprimirán la lista de los candidatos y candidatas para repartir «de tú a tú» y se han introducido en algunas web de Internet para difundir su proyecto. Entre otros objetivos, su principal prioridad es «tomar las riendas» de su propio futuro. Proponen un cambio de criterio en el reparto de las ayudas sociales para que lleguen a todos. Asimismo pretenden reservar un mínimo del 10% de los nuevos puestos de trabajo que se oferten en los municipios para gitanos y extranjeros. Quieren impulsar el estudio de otras culturas que no sean la española dentro de la enseñanza obligatoria. Como creen que los ayuntamientos «no saben lo que son en realidad», plantean acercar la administración al ciudadano a través de sedes municipales itinerantes, que no serían otra cosa que oficinas móviles trasladadas a barrios y poblaciones para atender las necesidades administrativas y sociales de quienes no pueden acercarse a la red de servicios municipales. Rechazan «políticas limosneras», por lo que uno de los planteamientos más serios para ellos es abordar la formación y la integración en el mercado de trabajo de los jóvenes que pertenecen a colectivos, muchas veces agraviados o en riesgo de exclusión social.
La vertiente ecologista se ha conformado en torno a Ecolo-Verdes, que además de en León, presentan candidatura en municipios como Ponferrada y La Ercina. Esta formación parte de que «la crisis del sistema es una gran oportunidad para empezar una transición hacia la transformación ecológica de la economía», una filosofía que el cabeza de lista en la capital leonesa, José Roberto López Fernández, resume en «vivir mejor con menos». Proponen generar más empleo verde, crear un mercado local de productos naturales de León, fomentar la bioconstrucción y crear una agencia para controlar la salud ambiental de la ciudad (contaminación, ondas magnéticas, acústica, etcétera). En lo político, «tolerancia cero con la corrupción» y «reducción de las dedicaciones exclusivas de los concejales». En La Ercina, donde también presentan candidatura, su cabeza de lista, Pedro Ángel Martínez Bayón, entiende que esta formación política «es necesaria» en el gobierno municipal para garantizar «el impulso de la recolección de setas, recuperar las fuentes del municipio y crear una red de paneles informativos que muestren la riqueza ambiental de este municipio».
«Cambiar el aire», resume Martínez Bayón. El Partido Regionalista del País Leonés (Prepal), partido leonesista creado en 1980 por el profesor Francisco Iglesias Carreño que reivindica la autonomía de León, Zamora y Salamanca dentro del actual marco constitucional. En las elecciones generales del 2008, obtuvo 1.278 votos. Encabeza la lista en León capital Félix José Pérez Echevarría. En su programa se incluyen iniciativas diversas y singulares. «Creemos que antes de buscar megaproyectos hay que rehabilitar los viejos edificios que han sido parte de la historia de nuestras ciudades y que hay que limpiar y adecentar las calles por las que circulan a diario los ciudadanos». El Prepal ambiciona que los empresarios de León inviertan en este territorio «sin ceder al chantaje de Valladolid». «Si las empresas siguen con los procesos de deslocalización trasladándose a otras regiones ¿de donde va a salir empleo? Los polígonos industriales en el País Leonés están casi vacíos y con ellos se vacían también las ciudades al no tener movimiento económico».
La histórica candidatura de La Falange-FE, encabezada por Jesús Prieto Olivera, ha vuelto a presentar lista en León capital. La organización se considera heredera de las ideas nacional sindicalistas que en los años 30 crearon y defendieron los fundadores de Falange Española y de las JONS. El partido nació tras largos problemas judiciales con Falange Española de las JONS, por lo que su registro en el Ministerio del Interior se realizó en 1999. Su programa electoral para el Ayuntamiento de León incluye 14 propuestas, algunas muy severas, como la reducción del gasto en sueldos, concejalías y cargos de confianza. Por el contrario, readmitiría a todos los despedidos en el servicio de jardines y obligaría a fichar a los funcionarios.
Uno de los planteamientos más singulares es la «creación de una ciudad del pueblo gitano sin exclusión social, con su policía integradora, su iglesia, su guardería y su sanidad integradora». Quieren devolver el rastro a Papalaguinda y potenciar el comercio local. Asimismo, piden pisos en alquiler para viudos y divorciados en riesgo de exclusión social.
Tras León, el municipio más singular en candidaturas de partidos minoritarios es Valdefresno, donde se presentan dos formaciones que no presentan lista en ningún otro punto de la provincia. La primera de ellas es el Centro Democrático Liberal (CDL), cuyo cabeza de lista es Raúl González Pérez. El partido, con implantación nacional, le presenta como «el primer liberal de centro que representa a los leoneses». En su perfil de Facebook (CDL León), la candidatura explica que es un partido de centro, reformista, que busca el progreso, quese sitúa entre los socialistas y los conservadores y que combina postuladossociales y liberales en la nueva era de la globalización y de la sociedad del conocimiento. Pide el voto a todos los que se identifiquen con este proyecto. CDL pertenece al grupo ELDR, Liberales Demócratas Europeos, latercera fuerza política europea. En León nacieron en noviembre del 2010. También en Valdefresno se presenta una segunda alternativa al convencional bipartidismo PSOE-PP. Se trata del Partido del Progreso de Ciudades de Castilla y León, con José Luis Martínez Llamera como cabeza de lista. Entre sus objetivos está dividir administrativamente la autonomía en comarcas. Dentro de su propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía, se pretende un régimen federal que diferencie la identidad del Reino de León, en la que el órgano rector sea una Diputación Foral. Promueven también el reconocimiento del dialecto asturleonés y la capitalidad para León de al menos tres consejerías del Gobierno autonómico.
En La Pola de Gordón surge en estas elecciones como opción política Democracia Nacional, que encabeza Victoriano Valencia Fernández, «el único valiente de toda la provincia», como se autoproclama. Dice no temer «a nadie» y que su municipio necesita «un giro de 180 grados por la situación caótica que atraviesa». De partida, fuera sueldos. Nadie cobraría por ser concejal. Según el candidato, Democracia Nacional «es un partido pequeño y español, de los españoles y para los españoles; nacionalismo puro y duro». Entre los principios ideológicos de esta formación política, según recogen los documentos programáticos del partido, se dice no a la mundialización y se proclama como única alternativa «la nación como única instancia que todavía tiene fuerza o puede conseguirla para dominar al capitalismo internacional». Victoriano Valencia, tal y como afirma, desciende de uno «de aquellos 20.000 valientes que hicieron historia en Sevilla». Se entiende que se refiere a la entrada en la capital hispalense de las tropas nacionales que llegaron desde África durante los primeros momentos del alzamiento. «No somos un partido de extrema derecha —asegura Victoriano Valencia—, sino de centro. Y siempre que tuviera que pactar, lo haría con la izquierda, que es la que representa a la clase trabajadora».
Una de las candidaturas más sorpresivas en estas elecciones es la Unión del Pueblo Sajambriego (UPS), que tiene aspiraciones reales de entrar en el equipo de gobierno con tres concejales de los siete que se disputan en este municipio enclavado en el Parque Nacional de Picos de Europa. La lista va encabezada por Louse Cristiane del Busto Álvarez, empresaria de hostelería. Pero llevan de número cuatro a Virgilio Díaz, que fue secretario municipal durante más de 20 años y después alcalde. Aunque cedería su puesto, en caso de conseguir esa representación, este partido cuenta con su dilatada experiencia, un ejemplo donde se conjuga la renovación y la veteranía. «Sólo queremos gestión y futuro para el valle», manifiesta Manuel del Busto, fundador del partido. Todos los candidatos son del municipio de Oseja y aseguran que han logrado «dividir el voto conservador». Su eslogan lo dice todo: «No crecer es desaparecer». Por lo que sus intenciones se basan en la generación de empleo verde, como el que atrae el turismo de alta montaña, y el de las empresas agroalimentarias. Este partido también quiere adoptar medidas para invertir la tendencia demográfica de los diez últimos años: han perdido 85 vecinos, lo que supone el 24% de la población total.
En toda la provincia leonesa, son muchas las agrupaciones de electores que están descontentos con sus gobiernos locales. El togolés Raoul Johnson Thomas, cabeza de lista por la Agrupación Independiente de Santovenia del Monte, lleva ya tres mandatos presentándose a los comicios y concluye que «lo del voto útil llega y la gente, al final, vota a las siglas». Ha cogobernado con el PP y después con el PSOE, razón por la cuál hoy dice sentir una gran frustración. «La mayoría de los proyectos se han quedado plantados y los que han salido adelante, se los adjudican otros». Aspira a conseguir dos concejalías de las nueve y promete ser peleón con prioridades como la llegada del transporte metropolitano, el saneamiento del municipio, la ampliación de los servicios culturales y la aplicación de las normas de urbanismo. En Villaquejida ha surgido la Agrupación de Electores Otro Aire, cuyo nombre resulta de partida muy ilustrativo. Feliciano Martínez Redondo es el cabeza de lista y se muestra «muy descontento» con el funcionamiento municipal «desde hace años», un denominador común a todas las agrupaciones independientes. «Queremos una gestión más participativa y acorde con los intereses de la gente», agrega. Sus promesas: «Transparencia, imaginación y dedicación». Sus objetivos: «Recuperar el espíritu de hacendera, reactivar el polígono industrial del muncipio, solicitar a la Junta la construcción de un centro de día, renovar el abastecimiento de agua, mantener el puente de Villafer...». A la otra punta de la provincia acaba el recorrido por algunos de los partidos minoritarios que concurren a las elecciones municipales. El municipio es Crémenes y la formación ya no tan minoritaria es la Agrupación de Electores Valverán. En el anterior mandato, presentaron una candidatura únicamente de mujeres, pero en esta ocasión han incluido hombres. María Luz Flórez Fernández encabeza la candidatura junto a su número dos, Elena Fernández López. «Es una zona conservadora y el PP tiene un gran respaldo, pero nuestra aspiración es gobernar y transformar el Ayuntamiento», indica Elena. «En lugares pequeños, la gestión es complicada e impera el caciquismo». Pese a ello, mantienen viva al esperanza de conseguir una buena representación el próximo domingo en las urnas. Recuerda a Tierno Galván cuando decía que «el poder corrompe y la espera destruye».