AS visitó el pueblo de los ancestros del base suplente de Dallas
A. Forcelledo
Ribota de Sajambre |
Estamos en plenos Picos de Europa, no es raro encontrarse por el camino con algún pequeño zorro, un águila real o decenas de perdices, de hecho nos encontramos en un coto de caza muy atractivo para los cazadores locales. Nos enfrentamos a poco más de treinta kilómetros de ascensión que tardaremos en recorrer casi cincuenta minutos. Vamos en busca de las raíces de José Juan Barea, un descendiente de sarriegos, como así se conoce a los habitantes de Ribota de Sajambre, que está disputando la final de la NBA con los Dallas Mavericks.
Barea nació en Puerto Rico, a donde llegaron sus padres después de una breve estancia en Cuba. En Ribota nadie se acuerda ya de la familia del base puertorriqueño. "Hace más de un siglo que la gente comenzó a abandonar esta zona en busca de prosperidad, primero hacían las américas y alguno volvía al ver que la vida no era fácil allí tampoco", nos comenta Marcelino Gómez, uno de los doce habitantes de Ribota, quien asegura que "el apellido Barea no es de aquí". "Si lo fuera, me acordaría perfectamente", afirma. Seguramente así sería, pues en invierno, en los meses duros, hay días en los que en Ribota sólo quedan dos habitantes, entre ellos el propio Marcelino. Los pocos vecinos del pueblo se congratulan de tener un paisano jugando en la NBA, aunque no supieran de su existencia hasta hace bien poco.
Búsqueda.
Dejamos descansar a Marcelino, pues viene "de trabajar todo el día en el monte". Nos vamos más arriba, a unos tres kilómetros. Estamos en Oseja, municipio del cual depende Ribota, al igual que Soto, Pío y Vierdes. Allí está el Ayuntamiento. Nos recibe su alcalde, Antonio Mendoza. "Me voy enterando de cosas sobre Barea por la prensa local y aunque no tengo mucha idea de baloncesto, ahora estoy pendiente de lo que hace el chico", dice el edil. Gracias a la ayuda de una secretaria del consistorio buscamos en el registro los ascendientes de José Juan. No encontramos nada del apellido Barea. Otro dato, su abuela paterna se llamaba Cesárea Fernández, pero tampoco damos con su partida de nacimiento.
El alcalde nos envía a hablar con Virgilio Díaz, que "trabajó en el Ayuntamiento durante 54 años". Junto a su casa, el Desfiladero de los Beyos, un paisaje impresionante labrado por el río Sella y justo al lado, el Salto de San Pedro, cascada de 80 metros de altura. Virgilio nos da una clave que puede explicar la ausencia de datos de la familia del base de Dallas: "Hace más de un siglo hubo mucha emigración, algunos volvieron, pero los que no regresaron hicieron vida por allí y no se supo más de ellos". Nos marchamos con un deseo de los vecinos para Barea: "Lo mejor es que venga al pueblo y así salimos de dudas, gane o no la final, es lo de menos".
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